Este libro trata de explotaciones de submarinistas estadounidenses en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. Fue escrito en 1943, fuertemente censurado por la Marina, y no publicado hasta 1945. Como fue autorizado por los servicios de los submarinos para proporcionar el reconocimiento público del Servicio Silencioso, contiene lo que la Marina quería que el público supiera sobre sus héroes submarinos y submarinos, principalmente S-boats, durante los primeros días de la guerra. Así que el material aquí, el más temprano puesto a disposición del público, a menudo es único. Hay una deliberada desinformación por parte de la Armada: la profundidad aplastante de los submarinos de la flota, la velocidad y el alcance de los torpedos, los nombres de los barcos estadounidenses hundidos por el enemigo. Las imágenes de submarinos en el libro no están identificadas, por ejemplo. El problema del torpedo no se analiza, y no hay indicios de que los códigos navales japoneses se hayan roto. Casey evita cómo se vectorizaron los subs para interceptar, mencionando solo conexiones inalámbricas entre subs; pero no estaba adormecido por las exigencias de la seguridad en tiempo de guerra. Dejó lo que aprendió: que los hombres en los barcos eran más impresionantes que los barcos mismos y que el capitán era el hombre más impresionante a bordo. Después de muchas solicitudes, fue autorizado por la Marina para ser el primer periodista en llevar la historia del Servicio Silencioso al público.Sus viajes impresionan: Mare Island, New Haven, Bath, Pearl Harbor. También ha hecho los deberes sobre el desarrollo del submarino. Sus puntos de vista sobre el estilo y el trabajo en equipo de los equipos son reveladores. Hay una foto de él en el libro; parece un sacerdote irlandés. Es un hombre interesante, autor de múltiples libros de romance, biografía, misterio, viajes, sátira, guerra (escribió "Torpedo Junction") e incluso un libro técnico sobre interferencia de radio. Escribe al más alto estilo "neoyorquino": introspectivo, elegante, perspicaz, fuerte: un periodista que sabe contar una historia, un escritor que se preocupa por el lenguaje, un erudito que rastrea sus fuentes, un moralista que cuenta más verdad que el censor puede soportar. Aquí muestra lo valientes que los hombres hicieron para frenar a Japón hasta que los EE. UU. Pudieran regresar a la guerra. Él puede tener razón en que los submarinos en la Flota Asiática evitaron el colapso de Australia. Incluye historias que él verifica y aquellas que son leyendas, que se convirtieron en la tarifa estándar para las películas de Hollywood sobre submarinos; y tal vez este libro fue la fuente de varios escenarios de Hollywood. Las historias reales son tan familiares que parecen clichés: cruceros y transportadores que se hunden, cirugía en la mesa de oficiales, el capitán herido que ordena que su bote se zambulle sin poder salir de la cubierta. Pero algunos son únicos, como jefes que arriesgan sus vidas para salvar su emblema de oficina, sus sombreros, mientras abandonan el barco. Y esta es la primera vez que se escriben en un solo lugar. Con todo, material fuente interesante y una buena lectura en una noche lluviosa por un hombre interesante que sabía cómo hacer que otras personas hablen.

Idioma: En